El cólico equino puede tener una gran variedad de causas debido a que es un término general usado para referirse a cualquier dolor abdominal ocasionado por afecciones en el sistema digestivo. Las principales causas de cólico en caballos incluyen:
- Dietas altas en grano y bajas en forraje
- Cantidades inapropiadas de alimento
- Inconsistencias en la alimentación
- Cambios abruptos en la dieta o la rutina
- Alimento de mala calidad, mohoso o contaminado
- Ingesta de plantas tóxicas
- Ingesta de arena u otros materiales no digeribles
- Falta de consumo de agua o deshidratación
- Infestación de parásitos
- Uso prolongado de antibióticos
- Problemas dentales
- Confinamiento o movilidad restringida
- Estrés
- Complicaciones posparto
Los cólicos en caballos son a menudo impredecibles y frecuentemente inevitables. Pero suelen ser un resultado directo de las prácticas modernas de alimentación y cuidado, lo que significa que los cólicos pueden prevenirse en gran medida eliminando las causas raíz. El objetivo como propietarios de caballos es estar conscientes de estos factores de riesgo y encontrar formas de prevenir los cólicos. También es importante estar preparados y saber cómo manejar correctamente un episodio de cólico si ocurre. Afortunadamente, más del 80% de los tipos de cólico responden bien al tratamiento adecuado y a tiempo.
¿Por qué es tan común el cólico equino?
Todos los caballos son naturalmente propensos a tener cólicos porque su tracto digestivo no tiene punto de retorno. Es decir, los caballos no pueden vomitar para deshacerse de las toxinas o el exceso de comida, es físicamente imposible. Pero considerando su anatomía y fisiología única, el cólico es común en los caballos mayormente por nuestras prácticas de alimentación y cuidado. Los caballos evolucionaron con una dieta considerablemente diferente a la que tienen actualmente, pero su sistema digestivo no ha evolucionado para soportar estos cambios en la alimentación y, en consecuencia, son susceptibles a los cólicos.
El comportamiento alimenticio natural de los caballos es comer pequeñas cantidades de alimento bajo en energía durante casi todo el día, mientras se ejercitan caminando en busca de agua o de más comida. En cambio, los caballos domésticos típicamente son alimentados dos veces al día con comidas relativamente grandes de alimento alto en energía, y son estabulados la mayor parte del día sin oportunidad de ejercitarse libremente. Este estilo de vida actual de los caballos es obviamente muy diferente al que tendrían en la naturaleza de manera salvaje, lo que los vuelve susceptibles a los trastornos digestivos.