El término “cólico” significa “dolor abdominal”, es la razón médica número uno de muertes en caballos y probablemente el temor número uno de los propietarios de caballos. El cólico equino no es una enfermedad, sino una variedad de síntomas que indican una enfermedad dolorosa en el abdomen del caballo. Existen docenas de afecciones diferentes que pueden hacer que un caballo muestre signos de dolor abdominal. Casi todos los cólicos involucran el sistema digestivo, con mayor frecuencia el estómago o los intestinos, y los síntomas pueden variar desde leves a severos.
Lo bueno es que la mayoría de los casos de cólico son leves y se resuelven espontáneamente o con un tratamiento médico simple. Menos del 10 por ciento de todos los casos de cólico son lo suficientemente graves como para requerir cirugía o provocar la muerte del caballo. Sin embargo, cualquier caso de cólico debe tomarse como una emergencia potencial, porque puede ser difícil distinguir la gravedad del cólico al principio. Cualquier caballo con síntomas de cólico debe ser examinado por un veterinario inmediatamente, ya que la demora en el tratamiento puede reducir el pronóstico de supervivencia.
Todo lo que necesitas saber acerca de los cólicos
Todos los caballos son naturalmente propensos a tener cólicos porque su tracto digestivo no tiene punto de retorno. Es decir, los caballos no pueden vomitar para deshacerse de las toxinas o el exceso de comida, es físicamente imposible. Pero considerando su anatomía y fisiología única, el cólico es común en los caballos mayormente por nuestras prácticas de alimentación y cuidado. Los caballos evolucionaron con una dieta considerablemente diferente a la que tienen actualmente, pero su sistema digestivo no ha evolucionado para soportar estos cambios en la alimentación y, en consecuencia, son susceptibles a los cólicos.
El comportamiento alimenticio natural de los caballos es comer pequeñas cantidades de alimento bajo en energía durante casi todo el día, mientras se ejercitan caminando en busca de agua o de más comida. En cambio, los caballos domésticos típicamente son alimentados dos veces al día con comidas relativamente grandes de alimento alto en energía, y son estabulados la mayor parte del día sin oportunidad de ejercitarse libremente. Este estilo de vida actual de los caballos es obviamente muy diferente al que tendrían en la naturaleza de manera salvaje, lo que los vuelve susceptibles a los trastornos digestivos… Compra el libro electrónico para continuar leyendo