Si reconoces uno o más de los síntomas en tu caballo y sospechas que está sufriendo un episodio de cólico, llama inmediatamente a tu veterinario. No esperes a ver si mejora o empeora, el tiempo es un factor crítico en el tratamiento de un cólico equino. El veterinario te hará unas preguntas por teléfono para evaluar la severidad del cólico y saber si requiere su atención presencial urgente. Así que, prepárate con anticipación para poder contestarle, toma nota de los síntomas que presenta el caballo, incluyendo sus signos vitales, y ten a la mano su historial médico. Sin importar la aparente severidad del cólico, espera atención médica presencial del veterinario y sigue sus recomendaciones exactamente.
Recomendaciones preparativas
- Mantén al caballo bajo observación en un área cerrada, segura e iluminada, como en su caballeriza o en un corral pequeño. De esta manera podrás vigilarlo más de cerca y el veterinario podrá examinarlo apropiadamente.
- Remueve los alimentos de su alrededor y no le permitas acceso al pasto ni al agua. El alimento puede exacerbar el problema, y algunos caballos comen como respuesta al dolor. El agua puede causar una ruptura en el estómago si está dilatado, así que espera a que el veterinario lo examine.
- Permite descansar al caballo si está parado o acostado tranquilamente. Pero si tiene ansiedad o se revuelca violentamente, camínalo con soga para prevenir que se lastime a sí mismo. Además, caminar al caballo (no más de 60 minutos, para evitar agotarlo) puede ayudar a resolver el cólico al estimular el movimiento gastrointestinal.
- No administres ningún medicamento al caballo a menos que el veterinario lo indique específicamente. Los analgésicos pueden enmascarar los problemas y, por lo tanto, interferir con el diagnóstico y demorar el tratamiento correcto. Pero aún si lo indicó el veterinario, no intentes administrar medicamentos de ninguna manera si no tienes el equipo y el entrenamiento necesarios.
- No administres una dosis de medicamento mayor a la recomendada por el veterinario. Si el cólico persiste más de 30 minutos después de administrar una dosis apropiada, es porque el dolor es mayor que el efecto sedante del analgésico, no porque necesite más. La falta de respuesta al medicamento es un indicador de requerir atención presencial urgente del veterinario.
Diagnóstico del veterinario
Cuando el veterinario llegue, hará un diagnóstico evaluando al caballo con un examen físico completo para saber si realmente se trata de un cólico equino. Es decir, verificar los signos vitales, realizar un examen rectal para determinar si hay una impactación o un intestino desplazado, y pasar una sonda nasogástrica para comprobar si hay reflujo. La sonda nasogástrica es un tubo de plástico largo que se inserta a través de la fosa nasal y baja por el esófago hasta el estómago. Esto le permite al veterinario determinar si hay líquido o gas acumulado en el estómago y removerlos si los hay. También se usa para administrar fluidos o laxantes cuando es indicado.
Dependiendo del diagnóstico, el veterinario podría tratar el cólico administrando medicamentos para aliviar el dolor y soluciones balanceadas de electrolitos para corregir la deshidratación. Sin embargo, si el caballo no responde bien a la terapia médica en un tiempo razonable o si el veterinario sospecha que el cólico no puede ser tratado en el lugar, deberá ser llevado a un hospital equino para un diagnóstico adicional y una posible cirugía. En el hospital se realizará otro examen físico debido a que el proceso de carga y transporte puede ser suficiente para cambiar la condición del caballo. Luego, se tomará una ecografía abdominal, un análisis de líquido abdominal y un análisis de sangre para obtener la mayor cantidad de información posible.