Existen varias reglas de alimentación de caballos debido a que su sistema digestivo es algo delicado. Es decir, son muy susceptibles a los cólicos, que son una de las principales causas de muerte en equinos. Los caballos no pueden regurgitar comida, así que si comen en exceso o comen algo venenoso, vomitar no es una opción. Los caballos son sensibles a los mohos y las toxinas. Por esta razón, nunca deben ser alimentados con materiales fermentables contaminados, como ensilaje o recortes de césped. Los caballos pueden enfermarse si se someten a cambios abruptos en sus dietas. Por lo tanto, requieren un alimento limpio y de alta calidad proporcionado a intervalos regulares. Memoriza estas reglas de alimentación de caballos y tendrás una excelente base de conocimiento general para el cuidado equino.
1. Basar la dieta en forraje
Esta es una de las reglas de alimentación de caballos más importante: El forraje debe ser la base de la dieta. El peso total de alimento por día debe ser del 1.5 al 3% del peso del caballo y al menos el 50% de esa cantidad debería ser forraje. El porcentaje de forraje en la ración depende del nivel de actividad física. Una dieta 100% de forraje de buena calidad satisface los requerimientos energéticos y nutricionales de la mayoría de los caballos en mantenimiento y nivel de actividad ligero. Considera, además de pasto, ofrecer heno en paca, cubos o pellets.
2. Suplementar cuando sea necesario
Maximiza el forraje en la dieta antes de añadir cualquier concentrado y solo agrega los suplementos necesarios. Complementa la dieta con concentrados de acuerdo a los requerimientos del caballo. Es importante enfocarse en todos los requerimientos nutricionales de un caballo y proveer las cantidades adecuadas de forraje y concentrados antes de considerar suplementar. Sobre todo, se debe pedir un diagnóstico de un veterinario o nutricionista equino para evitar suplementar innecesariamente.
3. Proveer alimentos de buena calidad
Los alimentos comerciales deben estar equilibrados para cumplir con los requerimientos nutricionales del tipo de caballo para el que fueron diseñados. Un alimento diseñado para soportar la carga de trabajo de un caballo de alto rendimiento proveerá suficientes carbohidratos y grasas para mantener la energía necesaria para el desempeño. Almacena el alimento correctamente y revisa que no haya caducado. La caducidad de los alimentos concentrados es 3 meses después del día de elaboración que figura en la etiqueta, después de esa fecha se empiezan a enmohecer y deben ser desechados.
4. Dar múltiples comidas pequeñas al día
Las comidas pequeñas y frecuentes no solo son más naturales para el caballo, sino que también le permiten digerir y usar mejor los nutrientes. El cuerpo de los caballos no está bien capacitado para lidiar con el alimento en grano, la ingesta de grandes cantidades puede causar cólico o laminitis. Por estas razones, dar comidas pequeñas más seguido es mejor para el caballo que una o dos comidas grandes al día. Una porción de concentrados de grano nunca debe pesar más del 0.4% del peso corporal. Si tu caballo requiere alimentos concentrados, divide su ración diaria en 2, 3 o 4 porciones de comida. Distribuye las comidas equitativamente en el día según la cantidad de porciones asegurando que el caballo reciba el desayuno no más de 12 horas después de la cena.
5. Alimentar por peso y no por volumen
Los diferentes alimentos concentrados contienen diferentes tipos de granos, así que unos son más pesados que otros aunque tengan el mismo volumen. Debes saber cuánto pesa el alimento antes de servírselo a tu caballo, ya sea grano o heno. Para facilitar el proceso, pesa una porción de comida en el recipiente (o red de heno) que vayas a usar siempre y márcalo en la medida exacta para no tener que pesar cada vez. Vuelve a hacer esto si cambias de alimento o la cantidad. Mide cada porción con precisión cada vez que lo alimentes y sé consistente con la medida.
6. Hacer cambios gradualmente
Cualquier cambio en la dieta o rutina de un caballo deben hacerse gradualmente. Idealmente, en un periodo de una a dos semanas para minimizar el riesgo de una molestia digestiva. Los cambios abruptos en la alimentación de los caballos pueden provocar cólico o laminitis. Si vas a aumentar o disminuir el alimento de tu caballo, hazlo a razón de 1/10 de la ración actual cada día. Si quieres cambiar el alimento, reemplaza el 10% del actual con el nuevo cada día hasta completar la transición, debería tomar 10 días. Para aumentar o disminuir el tiempo de pastar, que sea 1 hora cada 2 días hasta lograr el tiempo deseado. No hagas cambios de todos los tipos de alimento al mismo tiempo.
7. No alimentar inmediatamente antes o después del ejercicio
La digestión disminuye en periodos de esfuerzo, así que alimentar inmediatamente antes o después del ejercicio podría causar cólico. Antes de montar a tu caballo, espera de 1 a 2 horas después de que haya terminado su comida. Esto depende del tipo de alimento y de la intensidad del ejercicio por realizar. Después de montar, permite al caballo enfriarse completamente (1 a 2 horas), su respiración debería regresar al ritmo normal y su piel no debería estar sudada ni sentirse caliente. Entonces, recuerda siempre dejar pasar 1 a 2 horas entre comidas y ejercicio.
8. Mantener un horario de alimentación
Los caballos deben tener un horario de alimentación constante, con comidas pequeñas y frecuentes llegando más o menos al mismo tiempo cada día. Los caballos tienen relojes interiores asombrosamente precisos y se aprenden su rutina rápidamente. Incluso les produce un poco de estrés si no los alimentas a las horas establecidas, y el estrés es una de las causas de cólico en los caballos. Pero no hay problema con alimentarlos 30 minutos antes o después de su horario de vez en cuando. Las alteraciones mínimas en la dieta o rutina de un caballo no afectarán el tracto gastrointestinal. Crea un horario de alimentación para tu caballo considerando el tiempo de pastoreo, la cantidad de comidas y el ejercicio.